Los imaginarios colectivos se caracterizan por la creación de una sociedad como su mundo propio, agrupando el conjunto de las manifestaciones sociales, políticas, religiosos, culturales, históricas bajo la expresión imaginario social.
“El imaginario social” es una expresión forjada por Cornelius Castoriadis, con la que frecuentemente hoy algunos investigadores sociales o periodistas sustituyen términos como “mentalidad”, “conciencia colectiva” o “ideología” como forma de designar las “representaciones sociales”.
Los imaginarios colectivos pueden rastrearse en los objetos, las arquitecturas y las formas urbanas, pueden encontrarse en el habla o en los rituales ciudadanos, y aparecer en los grafiti, en las fotografías domésticas y familiares, en las exposiciones o a través del internet, pero difícilmente se les puede asignar una imagen única, se resisten a ella y se modelan escapando a cualquier representación única.
Porque los imaginario, como base de un urbanismo de los ciudadanos, permiten estudiar los registros de la participación ciudadana en la construcción simbólica de la ciudad según Armando Silva.
El 30 de septiembre del 2010 fue un hecho histórico para el Ecuador y en el imaginario colectivo se creó una interpretación del suceso, a través de los medios de comunicación, ellos difundieron la información según su criterio, desde allí el 30s fue un día de tragedia, inseguridad, inestabilidad política.
La interpretación de un suceso a través de los medios de comunicación |
El “imaginario colectivo” es el conjunto de imágenes que hemos interiorizado y en base a las cuales miramos, clasificamos y ordenamos nuestro entorno.
El “imaginario colectivo” no surge de la nada sino que se trata de una construcción social en la que intervienen los diferentes grupos de la sociedad y concurren a ella todos los sectores que la conforman.